sábado, 28 de junio de 2014

Montoneros de la ESMA: "fuerza propia" del almirante Massera (I)





Jorge Fernández Zicavo

Como es sabido, al iniciarse el 24 de marzo de 1976 en Argentina la ofensiva final contra las organizaciones político-militares de ideología marxista que desde 1969 venían desarrollando una Guerra Revolucionaria por el socialismo, a la Armada se le asignó la misión de aniquilar al Partido-Ejército MONTONEROS. La estrategia adoptada por los marinos consistió en ejecutar a los 'soldados' y quebrar psicológicamente a los 'oficiales' hasta convertirlos en colaboradores operativos del Grupo de Tareas 3.3 a cambio de sus vidas.

En cuanto estos oficiales llegaban al Centro de Reunión de Prisioneros que funcionaba en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA. ciudad de Buenos Aires), un oficial de Inteligencia les exponía su situación acompañado de un montonero que ellos suponían desaparecido en 'los vuelos de la muerte'. Éste les decía que, con la Organización destruida y los comandantes de la Conducción Nacional viviendo cómodamente en Europa, no tenía sentido soportar valientemente la tortura pues de todos modos terminarían confesando y serían ejecutados.

Dado que estos 'cuadros' llegaban moralmente derrotados, aceptaban una oferta de tres fases: facilitar información, operar contra su 'orga' y, finalmente, salir del país.

La oficial montonera y colaboracionista-delatora de la Armada, Pilar Calveiro, confirmó ese estado de ánimo ("llegaban agotados, derrotados, desconfiando de sus dirigentes") en su ensayo Poder y Desaparición, prologado por el poeta y terrorista montonero Juan Gelman (FAR 1967-1973 y Montoneros 1973-1979), que desertó del Ejército Montonero con el grado de teniente. Padre y suegro además, de terroristas: Marcelo Ariel Gelman (JP-Ejército Montonero) y María Claudia García Irureta Goyena (ídem). Ambos fueron ejecutados.

A partir de ese 'pacto' el nuevo prisionero era interrogado y, después de comprobar la veracidad de su información (delación de compañeros y de casas operativas: arsenales, imprentas, etc.), se le alojaba en una zona del edificio en la que "podían trabajar, comer razonablemente bien, tener atención médica, ropa suficiente, derecho a una ducha diaria, acceso a la prensa y medios de comunicación, y circular con libertad dentro de las oficinas" (Pilar Calveiro, p.119). Debió haber escrito... "podíamos".

Luego, salían con los ET (Elementos de Tareas dependientes de la Unidad de Tareas Antisubversiva 3.3.2) a recorrer la ciudad para 'marcar' montoneros que eran capturados en el acto; también atraían a sus compañeros a emboscadas mediante citas telefónicas. Al mismo tiempo, se les asignaba alguna tarea logística: laboratorio fotográfico, falsificación de documentos de identidad, gestionar ficheros, redactar boletines con noticias políticas aparecidas en la prensa, etc. Estos boletines eran entregados al comandante en jefe de la Armada, el ambicioso almirante Emilio Massera, que estaba intentando fundar un partido político de tendencia nacionalista y socialdemócrata.

"Los que habíamos sobrevivido no éramos perejiles, no quedamos vivos de casualidad. Algunos sí, pero la mayoría era gente seleccionada para integrar la centro-izquierda en el proyecto de gobierno que pensaba el almirante Emilio Massera".
Testimonio de Jaime Dri, prisionero que se fugó en la frontera argentina-paraguaya adonde los marinos de la ESMA lo habían enviado a "marcar" montoneros exiliados que venían desde Europa para la "Contraofensiva".

Este grupo de terroristas 'recuperados', fue bautizado como Maxi-Staff. También hubo un Mini-Staff integrado por montoneros que hicieron una conversión psicológica tan radical, que se ofrecieron (y les fue aceptado) interrogar a los nuevos prisioneros, e incluso, a torturarlos (Calveiro, p.75). Algunos de ellos ingresaron en el Servicio de Información Naval como suboficiales. El 'mini' más famoso fue Massimo Nicoletti, el buzo montonero que dinamitó la fragata Santísima Trinidad y la lancha del comisario general de la PFA, Alberto Villar, que moriría junto con su esposa. Massera presumía de que estos dos grupos de prisioneros eran su 'fuerza propia' dentro de la Armada.

A continuación, de una larga lista de colaboracionistas, seleccionaremos a los que alcanzaron una cierta notoriedad. Como veremos, al retornar la democracia todos estos delatores 'reaparecidos' se apresuraron a borrar su siniestra biografía, convirtiéndose en apasionados defensores de los Derechos Humanos. También en testigos de cargo durante los juicios-farsa a los combatientes militares y policiales que aniquilaron la subversión armada en cumplimiento de lo decretado, en 1975, por el Gobierno constitucional presidido por María Estela Martínez de Perón. Un Decreto recibido con alivio y apoyado en el Congreso de la Nación por la totalidad de los partidos políticos.

Tal entusiasmo por defender los Derechos Humanos y al régimen "K", les sería recompensado en 2013 con una pensión mensual vitalicia de 925 dólares concedida por el Gobierno de la ex montonera Cristina Fernández de Kirchner a los "ex detenidos desaparecidos". Además de las prebendas que ya recibían desde 2003 bajo el Gobierno de Néstor Kirchner: ministerios, secretarías de Estado, embajadas, direcciones generales de empresas del Estado (Aerolíneas Argentinas, Astilleros Navales...) etc.

Los oficiales montoneros 'recuperados en la ESMA fueron entre sesenta y setenta aunque, para minimizar la vergüenza, Calveiro los reduce a treinta. Mayoritariamente fueron mujeres, y algunas se convirtieron en amantes -y en dos casos- en esposas, de oficiales de la ESMA (Mercedes Inés Carazo "Lucy", con el teniente Raúl Pernías; y Miriam Anita Dvatman "Barbarella" con el capitán Jorge Rádice, con quien tuvo un hijo en 1982 y una hija en 1984). Calveiro lo confirma: "hubo relaciones de proximidad con los oficiales; se crearon lazos afectivos ambiguos y lealtades ciertas; incluso relaciones amorosas" (pp. 133-134).

Dado que ha sido imposible acortar este Post, lo dividiremos en tres Entradas.
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Graciela Beatriz Daleo
Oficial 2º del Partido-Ejército Montonero
Depto. Informaciones e Inteligencia y luego en el Servicio de Finanzas

Fue pareja, asistenta y custodia de Horacio Mendizabal, oficial superior y secretario militar nacional de MONTONEROS muerto en 1979 resistiendo a balazos su captura.

En 1965, la entonces católica ultraderechista Daleo se vinculó al Centro de Estudios Sociales patrocinado por la Federación Argentina de Entidades Democráticas Anticomunistas (FAEDA), y posteriormente ingresó en Acción Misionera Argentina dirigida por el sacerdote militante de la 'teología de la liberación' Carlos Mújica. Con este grupo, que integraban Carlos Ramus, Fernando Abal Medina, Mario Eduardo Firmenich y Roberto Cirilo Perdía, la Daleo se fue a 'militar' a Tartagal, Salta. En 1969, Perdía, al frente del comando DESCAMISADOS, asesinaría al líder sindical peronista Vandor, en 1970 al también líder sindical peronista Alonso y, en 1973, ya como montonero, al secretario general de la CGT, José Ignacio Rucci.

Siguiendo esta línea católico-derechista, que un complicado proceso intelectual la transformaría en católico-marxista, en 1966 Daleo se integró en el Movimiento Cristianismo y Liberación fundado por el ex seminarista García Elorrio, y al que se incorporarían el historiador Hernández Arregui, el ex diputado peronista, pero de ideología marxista, John William Cooke, y los citados Ramus, Firmenich y Fernando Abal Medina.

En 1966, junto con Perdía, Ramus, Firmenich y el cura Carlos Mujica, se infiltró en los sindicatos de obreros del azúcar y de la industria química en Tucumán.

En 1970 intervino en dos copamientos de puestos policiales en la Capital Federal.

En 1973 ingresó en la Agrupación Evita de la Juventud Peronista (JP) de MONTONEROS en el barrio porteño de Parque Patricios. La misma Agrupación en la que militaba en la ciudad de La Plata, Cristina Fernández de Kirchner.

En 1974 fue destinada al Servicio de Finanzas y luego a las Bodegas Calise, en Mendoza: una tapadera destinada a blanquear los millones de dólares conseguidos mediante secuestros y chantajes mafiosos de 'protección' a empresarios.

En septiembre de ese año integró el comando que secuestró a los hermanos Born junto con Nilda Garré, años más tarde, ministra de defensa y de seguridad con Cristina Fernández de Kirchner. En esa operación fueron asesinados a quemarropa el chofer de los Born y el gerente de una de sus empresas: Molinos Río de la Plata.

Subiendo peldaños en el escalafón montonero, en 1975 fue promovida de colaboradora a aspirante y destinada al Depto. de Logísticas Especiales 'trabajando' en otra empresa supuestamente dedicada a importación y exportación. En esa época comenzó a vincularse con el banquero David Graiver que colocaba en bancos extranjeros una parte del 'tesoro montonero', cifrado en 80.000.000 de dólares, sesenta de los cuales, provenían del rescate pagado por los secuestrados hermanos Born. Mensualmente, Graiver abonaba a la Conducción Nacional 150.000 dólares en concepto de intereses. Cincuenta millones del 'tesoro' fueron enviados a La Habana por valija diplomática en diferentes viajes organizados por un coronel de la Inteligencia cubana radicado en Buenos Aires como agregado militar de la embajada. Graiver moriría en 1976 al estrellarse su avión -un accidente nunca investigado en profundidad- cuando volaba sobre territorio mexicano.

Ese mismo año 1975, la supuesta oficinista de importación-exportación participó en el atentado explosivo contra la Comisaría 11º de la Policía Federal y en el ametrallamiento de un puesto de policía caminera, situado en la confluencia de las avenidas Rivadavia y General Paz, de la Capital Federal.

Tras estas dos acciones armadas, en 1976 fue ascendida a Oficial 2º y destinada al Departamento de Prensa de la Secretaría Militar bajo el mando del ya mencionado Horacio Mendizábal. En 1977 se incorporó a la Columna Sur del Gran Buenos Aires, donde planificó varios atentados que produjeron muertos y heridos.

El 18 de diciembre de 1977 fue capturada por la Unidad de Tareas 3.3.2 de la ESMA, al ser 'marcada' en la calle por la montonera del Mini-Staff, Miriam Anita Dvatman, alias 'Barbarella'. Al llegar a la ESMA aceptó la oferta del 'pacto' y cumplió el guión previsto: 'marcaje', información logística y orgánica, etc.

A principios de 1978 fue enviada a Bolivia junto con su compañero del Maxi-Staff, el periodista Juan Gasparini, para apoyar operaciones de Inteligencia bajo el mando de un capitán de la Armada secundado por el también prisionero del Maxi-Staff, Martín Tomás Gras (1), quien para entonces era un agente de la Secretaría de Informaciones del Estado (SIDE). La misión consistía en diseñar una campaña de propaganda electoral para un político boliviano amigo de Massera.


Martín Tomás Gras

(1)
Los oficiales de la ESMA vieron en Gras tales cualidades para el espionaje, que le propusieron ingresar en la SIDE para tenerlo como 'topo' en esa institución, por aquello de que los Servicios de Inteligencia no comparten entre sí determinadas informaciones. Gras aceptó, y en esa condición de agente de la SIDE, o sea, de hombre libre y funcionario público del Estado, encabezó el grupo de montoneros enviado a Bolivia.
Años más tarde, sería nombrado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, Secretario Ejecutivo del Plan Nacional de Derechos Humanos, dependiente de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación. También en 1977, este destacado delator y eficiente colaborador de la Armada, integró la comitiva que acompañó al almirante Massera en su gira por capitales europeas para presentar el proyecto de su Partido para la Democracia Social que la Conducción Nacional de MONTONEROS veía con interés. Una historia, ésta (la relación Montoneros-Massera) que, aunque al principio pareció inverosímil, finalmente quedó acreditada por altos oficiales montoneros como Rodolfo Walsh, el teniente Juan Gelman o el capitán Rodolfo Galimberti, y que culminó con una entrevista en París entre el Massera que entonces ya había ejecutado a unos 4.000 montoneros, y el comandante Firmenich.
El lector interesado en este asunto puede leer el riguroso libro de Carlos Manfroni, Montoneros. Soldados de Massera, y nuestro artículo sobre la Contraofensiva del Ejército Montonero en 1979.

Tras sus servicios a la Armada, Daleo fue definitivamente liberada el 20 de abril de 1979, recibiendo dinero y un billete de Aerolíneas Argentinas con destino a Caracas. Le acompañó Lila Pastoriza de Jozami, otra oficial de la Inteligencia montonera 'recuperada' en la ESMA, que había participado en el atentado de Coordinación Federal de la PFA (02.07.1976 = 24 muertos y más de 100 heridos).

Causa 13/84 - Caso 401 Daleo Graciela Beatriz
Está probado que Graciela Beatriz Daleo recuperó su libertad el 20 de abril de 1979. Ello es así por los dichos de la nombrada y el pasaje acompañado, suministrado por la Marina, como ya se indicó anteriormente.

(...) "Me liberaron de la ESMA en enero o febrero del 78. Me enviaron a Bolivia (por Aerolíneas Argentinas) con documentación falsa (Mary Alicia Bravo) me alojaron en una casa alquilada por la Armada, luz, comida…. En calle Guachaya al 500 de La Paz. Estudié inglés con los 600 dólares que me dio mi familia, a la que visité en ocasiones acompañada por oficiales de la ESMA. Luego (abril de 1979) Acosta (capitán de la Armada y jefe operativo de la ESMA) me autorizó a volver a Buenos Aires. Me dieron mi documentación real y un billete para Venezuela".

Nota: Las sorprendentes visitas de prisioneras del Maxi-Staff a casas de sus padres, acompañadas por un oficial naval fueron confirmadas en muchas declaraciones judiciales; por ejemplo, la de Ana María Isabel Testa con el teniente de corbeta Ricardo Miguel Cavallo. Asimismo, algunas prisioneras fueron sacadas de la ESMA a cines y restaurantes. Lo cual evidencia la sofisticación del proceso psicológico de 'recuperación' diseñado por la Armada.

Por supuesto, al igual que todas las colaboracionistas, después de su liberación Daleo comenzó a lavar su pasado presentando denuncias ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU (1979). En la sede de esta Comisión en Suiza, la traidora denunció en 1982 por “colaboración efectiva y continuada con los represores” a varios compañeros del Maxi-Staff, pues la derrota provocó en MONTONEROS un feroz ajuste de cuentas.

En febrero de 1984, Daleo se atrevió a solicitar el reingreso en la organización que había contribuido a destruir, aunque para entonces MONTONEROS era poco más que una palabra, una fantasmagoría del pasado.

En marzo presentó una denuncia contra la Armada ante la Embajada Argentina en Madrid; y en mayo ante la CONADEP. Ese mismo año fue procesada por participar en el secuestro de los empresarios y hermanos Born (septiembre de 1974), que reportó a MONTONEROS, como ya se ha mencionado, 60.000.000 de dólares.

En septiembre de 1988, ingresó preventivamente en la cárcel por estar implicada en el secuestro de Heinrich Metz, un directivo de la Mercedes Benz. El presidente Menem, cuya campaña electoral fue financiada en parte por MONTONEROS, la indultó en 1989.

En abril de 1991, se dictó contra ella prisión preventiva por el manejo de las inversiones de MONTONEROS, pero se fugó a La Habana.

Pues bien. Después de estas y otras peripecias judiciales, esta cualificada terrorista involucrada en varios homicidios, atentados explosivos, secuestros y ataques armados a comisarías, viene impartiendo una Cátedra Libre de… Derechos Humanos… en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Buenos Aires.

Desde Enero de 2014 cobra la pensión mensual vitalicia de 925 dólares concedida a los 'ex detenidos-desaparecidos'.
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Montoneros de la ESMA: 'fuerza propia' del almirante Massera (II)

Montoneros de la ESMA: 'fuerza propia' del almirante Massera (III)

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